Grandes lectores y queridos amigos:
A algunos escritores franceses no les bastó con la fina prosa de su lengua y se les ocurrió la interesante y útil؟ idea de proponer un signo de puntuación para la ironía. Dicho signo es el mismo que el medieval signo percontativo utilizado para marcar frases retóricas. ¿No están familiarizados con dicho signo? No importa, tomen un signo de interrogación y gírenlo 180 grados sobre su eje vertical.
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Ahora bien ¿cuál sería la utilidad de dicho signo? Pues marcar intencionalmente las frases que son irónicas, sin embargo tengo dos objeciones al respecto: la primera es que marcar la ironía explícitamente de la frase ¿no sería matar la misma ironía? Justo la posibilidad de que el receptor no obtenga el mensaje es parte de la belleza de la ironía, cuando eso sucede y si la conversación es exclusiva de dos, el único que supo lo que sucedió fue el hablante, lo cual le genera un sentimiento doble de victoria y estupidez, pues sin duda logró burlarse de su adversario pero sin que nadie pueda reconocerlo. En el caso de nuestro signo de puntuación la ironía sería siempre evidente y de manera pública, no habría manera de que un escritor salga bien librado de una burla. A menos de que hiciera un trabajo de ironía tan fino que hiciera juegos complejos de ironía múltiple y simultánea.
Mi segunda objeción es que ni Platón ni Montaigne ni Lichtenberg o Kierkegaard echaron de menos un recurso de esta categoría, vaya Platón ni tenía signos de puntuación. ¿Por qué habríamos de necesitarlo nosotros? Más aún: ¿no serán tantos recursos ajenos al contenido de la escritura los que nos han perjudicado nuestro sensus ironicus? Se dice que la entonación es una parte clave para comprender un comentario irónico y sin embargo Sócrates se da a entender muy bien en los diálogos platónicos. Incluso el divino maestro se avienta varias aseveraciones irónicas, especialmente en el evangelio de Juan, por ejemplo ante un Nicodemo apantallado en Jn 3, 10 le dice: ¿tú eres maestro en Israel e ignoras estas cosas? o en 10, 31 ante una turba: ¿por cuál de las cosas buenas que he hecho por ustedes quieren apedrearme?
Incluso en nuestras vulgares conversaciones de internet contamos con algunos recursos para marcar nuestra ironía: las famosas comillas, el anglófono; "...not!" o incluso "emoticones" que expresan sentidos contrarios a lo dicho, el signo de admiración entre paréntesis (!) se usa a veces y es válido para denotar sorpresa, admiración o ironía.
Para qué necesitaríamos nosotros un signo así, si ni la grandes plumas como las citadas ni los adolescentes rabiosos han extrañado este recurso. Un posible caso donde podría usarse, es ante lectores inadvertidos, sin duda se podría ser irónico con carta de libertad, pero al precio de ser un cretino al no revelar el uso de tan particular puntuación.
Dicho todo esto, me he quedado sin momento alguno en el que el signo pudiera ser útil, quizá algún lector pudiera imaginar alguno. Momento, creo que he encontrado una excepción, un único caso en el que el signo pudiera ser útil, y es el siguiente:
El signo de puntuación irónico es una brillante propuesta, durante siglos hemos adolecido de una manera correcta para expresarnos en esos términos y millares de autores han echado de menos su aparición pues no tuvieran manera alguna de expresarse correctamente. Desde que fue inventado en el siglo XIX todas aquellas personas que no lo han utilizado se han perdido de una de las mayores contribuciones ortográficas de la historia y es indispensable que extendamos su uso a todas las escrituras del mundo؟