Я очень рад, ведь я, наконец, возвращаюсь домой!
Sería estupendo que los dejará solamente con el video y el título en ruso para que permanecieran con el sentimiento atónito que debe corresponderle, sin embargo no puedo hacerles eso amigos debido a que ustedes esperan, al menos, una reseña de mi parte. Si quieren una documentación amplia de la historia del video pueden consultarla en los sitios correspondientes. El cantante de esta joya es el célebre Eduard Khil: ¡el artista del pueblo de la unión de repúblicas sovieticas socialistas! Sí yo sé, conocidísimo en nuestro hemisferio.
Lo que hace el señor Khil, aunque parezca increíble, es cantar una "canción" pero, al estilo vokaliz; la versión del scatman de la europa oriental. A principios de los años setenta el interés de la población sovietica por el mundo occidental comenzaba a gestarse, y un modo de aliviar la presión por medio del partido era tolerar ciertas muestras culturales que reflejaran, de algún modo, lo que sucedía en el resto del mundo. Así, estás baladas de tono coloquial y desafanado son una vaga reminiscencia de los cantantes norteamericanos como lo fue el propio Sinatra. Sin embargo resulta curiosa la ausencia total de contenido lingüístico para una balada, no sé que tanto estuvo involucrado el partido en el fomento de estos estilos pero, al menos, me resulta una interesante metáfora de lo que sucedía en aquellos tiempos.
Décadas, técnicas e ideologías después el video llega a youtube, la excentricidad del evento nos resulta total, debido a la insuperable descontextualización. Quién es este señor que mal dobla una canción y que además parece usar expresiones propias del internet tales como: "troll" y "lol", realizando además gestos característicos del mismo medio: sobre-dramatismo, burla exagerada y una actitud ambigua que no revela sus intenciones: ¿se está burlando de nosotros o es en serio?
No todo material antiguo se vuelve un éxito del internet, algunos son más propicios para el medio, y particularmente lo son aquellos de mensajes blandos o racionalidad ligera como dirían Lyotard o Vattimo. Estos mensajes, son tan fácilmente digeribles como transformables o interpretables, en un sistema de piezas de gran movilidad como nuestro simulacro grado cuatro, cfr. Jean Baudrillard, se prefieren los objetos que sean más facilmente deconstruibles. La canción del señor Khil goza de estos elementos y de algunos otros afortunados, no sólo se rie explicitamente, de una manera que interpretamos nosotros "burlona" —coherente con nuestras propias actitudes— sino que coincide en pronunciar, extrañamente, el argot del medio. El señor Khil comienza su cántico con un "trololo": anunciando su propósito, medio y mensaje, al pronunciar su trololo; "trollea" y así obtiene sus "lols" y encima, al finalizar remata con sendas risas.
Inesperadamente el video reune distintos elementos que lo catapultaron hacia lo viral. La contextualización es para el internet, lo que es la metáfora para la poesía: su recurso natural. Dicho recurso no solo habla del medio sino también de nuestras generaciones y tiempos. Ante la imposibilidad de crear algo nuevo en el fin de la historia nos contentamos con presentar materiales antiguos en nuevas vestiduras. Nuestra racionalidad es tanto o más estéril que el régimen soviético, y así allana el camino para imponer la agenda de la ideología cfr. Slavoj Zizek. Nuestra era hace eco con otras tiranías de los significados, se suscita el encuentro de dos eras que se miran como espejo; entre oriente y occidente la confrontación del vacío ideológico del capitalismo y el control tiránico soviético reflejan la crisis de los sistemas que no pueden salir de su propia maquinaria. Los ideales de los unos se vuelven los productos de consumo de los otros y viceversa. Si algo auténtico queda en el mundo es solamente revelable a través del contraste entre ambos territorios, por medio de una dialéctica de sus objetos culturales, que nos extraiga de las racionalidades de nuestros tiempos, un método que propuesto por Walter Benjamín. La posición contigua de distintos objetos culturales nos da el contraste para observar sus verdaderos significados: de allí las ironías y contradicciones suscitadas por el encuentro de los bloques: el mercado de souvenirs militares de la época soviética, la fotografía del Che de Alberto Korda y en ese caso la canción de un héroe soviético popularizada en el medio más sintomático del liberalismo.
P.D. Mucha gente quiere hacer de este evento el nuevo Rick Rolled, no creo que ese sea el caso, Khil es mucho más simpático que Ricky Astley, y su video no es familiar para los occidentales como lo fue "never gonna give you up", en lugar de molestarse, la víctima primero se debe preguntar ¿qué es esto? por lo que no cumple las funciones para ser un "rolled".
Lo mejor es el título de la canción: Я очень рад, ведь я, наконец, возвращаюсь домой! ¡Estoy muy contento, de por fin llegar a casa!
O el caminadito casual del final... muy elegante.
Edward Khil predijo las expresiones LOL y TROLL, y el advenimiento de la Web. Es un visionario.