Harrods Fruit Flavour Tea: Mango with Flowers Loose Leaf

Posted by Sebastiana | Posted in , | Posted on viernes, diciembre 11, 2009


"A rich black tea with ripe mango flavour".

Aquí reseñamos cualquier cosa... ¡Porque nos gusta quejarnos! Bienvenidos.

Como toda introducción respetable y decente requiere cortesía y buenos modales, usaré palabras bonitas para presentar la primera reseña: ¡Es que aaaaamo el té! Ok, de acuerdo, no fueron tan bonitas, pero es que en verdad lo amo. Aunque no hay que engañarnos, no todas las bolsitas de la despensa de su abuela son té, ni todo lo que venden sabe bien.

Desgraciadamente, nuestra experiencia con el té se relaciona con enfermedades y momentos poco halagadores de la vida cotidiana, lo aburrido de la manzanilla y lo común de la hierbabuena. Esto, como pueden inferir, es una verdadera tragedia, y ni se diga del té negro... todas las versiones comunes saben a jabón, ese sabor dulzón terrible que se pega en el paladar y amarga todo lo demás.

Para olvidar este espantoso recuerdo (querido lector, trate de evitar el té negro La pastora, ¡por lo que más quiera!), los invito a probar el té de mango de Harrods. Los extraños caminos de Dios, el destino, el cosmos o lo que más les guste, trajeron a mí este maravilloso té. Pero hay que tomar en cuenta un detalle: debe ser "loose leaf", porque los de bolsita saben más a té verde... Pero si les gusta más ese tono, adelante.

Por lo general, siempre que pruebo un té nuevo, aunque no pueda quejarme, no le encuentro nada novedoso, sólo agradezco que sepa a té y no a cartulina, las sorpresas desagradables no son nunca bonitas. Verán, era una mañana algo fría de noviembre, de esa especie que conspira con las cobijas para no dejarte salir de la cama, cuando, luchando infructuosamente contra el frío y el sueño, escuché a lo lejos el siempre alentador silbido de la tetera... Está bien, quizá no fue tan elegante, pero así se oye más bonito. Frente a mí, de pronto, apareció una latita verde con un diseño coquetísimo que amable me pedía (seguramente con tono inglés y todo) que probara su contenido. No pude negarme, como probablemente nadie prudente lo haría, y puse un poco a reposar en agua caliente. Después de un par de minutos me acerqué a la taza, porque el irresistible aroma del vapor que llegaba hasta a a mí me tenía tan hipnotizada que podría haberme convencido de forma inevitable de que era momento de matar a millones de personas. Por fortuna no soy una persona muy activa así me dispuse a comprobar si aquello correspondía al sabor. Muchas veces, sobre todo con este tipo de tés, no hay una relación demasiado fuerte entre la información del olfato y la del gusto. Tiende a ser decepcionante, pero en esta ocasión, para mi sorpresa, no hubo prometas rotas: ¡el té realmente sabe casi tan bien como huele! La única fuente de pesar vino cuando alcancé a ver el fondo de la taza... preludio terrible del gran final... Bueno, no hay nada que preparar un poco más no arregle, así que, obviamente fui por una segunda taza, y para quien crea que las secuelas nunca son buenas, debo avisarle que cuando se trata del té de mango, se equivoca rotundamente.

No entraré en detalles sobre el sabor, porque acabaré sólo diciendo mmmm... té... Mejor simplemente los invito a probarlo y quedar completamente hipnotizados como yo.

Comments (2)

También aaaaamo el té, gracias por la recomendación y la elegante lectura, nomas que termine de leer los posts les doy follow ¡ya me atraparon! :)

Miguel Ángel, ¡muchas gracias por tus comentarios! También aceptamos recomendaciones de té... siempre son bienvenidas :)