Como en todas mis reseñas el nivel de objetividad se pierde en lugares muy extraños, no voy a negar que los detalles que determinan mi clasificación, mi agrado o completo asco, son tan parciales como ese extraño concepto en los exámenes escolares. Es decir, ¡la oficialidad de mi contundencia no está sujeta a revisión! Pero... hagan lo que quieran.
Después de tanta palabrería les informaré acerca del detalle que le da lugar tanto a esta reseña, como al número de estrellitas que le asignaré. ¿Listos? Chan... chan... ¡La biblioteca tiene sillones! ¿No se desmayaron de la emoción? ¿Qué dicen, sus bibliotecas también los tienen y no por eso son mejores que otras? Están equivocados. Vamos, un poco de emoción, por favor. Está bien, quizá no es suficiente, pero es un gran pretexto, ¿no?
Una vez superada la alegría de estos cómodos asientos, debo decir que el lugar está bonito. Un poco impráctico en cuanto a la búsqueda, pues eso de subir escaleras extrañas entre medios pisos y no poder atravesar hacia el otro lado con facilidad es algo molesto, a menos, claro, de que tengan gran condición física y traten de integrar en su vida el crecimiento intelectual con el físico... jajajaja. Ya, perdón, no pude evitar reírme, aunque no por el equilibrio, claro está, sino por lo del crecimiento... suena a librito de Sanborns.
A pesar de no contar con un catálogo muy variado, es lo suficientemente decente como para considerarse biblioteca. Además, el espacio sirve para más actividades "culturales". Hablando del espacio, debo decir que es agradable. Tiene buena luz, suficientes mesas, ventanas y terracitas al aire libre, para estudiar tranquilamente... ¿Ya mencioné los sillones?
Probablemente una de mis cosas favoritas sea el préstamo automatizado, no hay que lidiar con Nazi Librarians, ni con señores histéricos. En general, el personal, en mi experiencia, es amable, eficiente y no se meten contigo, aunque lleves media hora perdido entre los medios pisos... Tal vez sólo te vean raro, pero nadie te regaña sólo por respirar.
Sacar la credencial es sencillo, lo único que hay que hacer es llevar una identificación oficial y un comprobante de domicilio, hacer el trámite, seguir las indicaciones y ¡listo!
Si no les gusta leer, cosa que no comprendo (dorso de la mano sobre la frente), no se preocupen, también hay películas, audio y cosas interesantes, nomás hay que revisar la oferta y las temporadas. Tienen mucho material (eh, qué tal, ¡puedo decir "material"! Jajaja) para niños. ¿Quién no ama los cuentos?
En fin, a falta de más bibliotecas, visiten ésta. ¡Tiene sillones!
Después de tanta palabrería les informaré acerca del detalle que le da lugar tanto a esta reseña, como al número de estrellitas que le asignaré. ¿Listos? Chan... chan... ¡La biblioteca tiene sillones! ¿No se desmayaron de la emoción? ¿Qué dicen, sus bibliotecas también los tienen y no por eso son mejores que otras? Están equivocados. Vamos, un poco de emoción, por favor. Está bien, quizá no es suficiente, pero es un gran pretexto, ¿no?
Una vez superada la alegría de estos cómodos asientos, debo decir que el lugar está bonito. Un poco impráctico en cuanto a la búsqueda, pues eso de subir escaleras extrañas entre medios pisos y no poder atravesar hacia el otro lado con facilidad es algo molesto, a menos, claro, de que tengan gran condición física y traten de integrar en su vida el crecimiento intelectual con el físico... jajajaja. Ya, perdón, no pude evitar reírme, aunque no por el equilibrio, claro está, sino por lo del crecimiento... suena a librito de Sanborns.
A pesar de no contar con un catálogo muy variado, es lo suficientemente decente como para considerarse biblioteca. Además, el espacio sirve para más actividades "culturales". Hablando del espacio, debo decir que es agradable. Tiene buena luz, suficientes mesas, ventanas y terracitas al aire libre, para estudiar tranquilamente... ¿Ya mencioné los sillones?
Probablemente una de mis cosas favoritas sea el préstamo automatizado, no hay que lidiar con Nazi Librarians, ni con señores histéricos. En general, el personal, en mi experiencia, es amable, eficiente y no se meten contigo, aunque lleves media hora perdido entre los medios pisos... Tal vez sólo te vean raro, pero nadie te regaña sólo por respirar.
Sacar la credencial es sencillo, lo único que hay que hacer es llevar una identificación oficial y un comprobante de domicilio, hacer el trámite, seguir las indicaciones y ¡listo!
Si no les gusta leer, cosa que no comprendo (dorso de la mano sobre la frente), no se preocupen, también hay películas, audio y cosas interesantes, nomás hay que revisar la oferta y las temporadas. Tienen mucho material (eh, qué tal, ¡puedo decir "material"! Jajaja) para niños. ¿Quién no ama los cuentos?
En fin, a falta de más bibliotecas, visiten ésta. ¡Tiene sillones!
No sé si los sillones compensan la locura suicida de los pasillos flotantes. Son aterradores!
Tiene toda la razón en maravillarse con los sillones, yo también lo hice, son fabulosos, en sí toda la biblioteca es genial, excepto por los pisos de cristal, ¿no se topo con el que esta quebrado? espero que no, deje de leer un libro por eso
No, ah, qué miedo, qué miedo!