Una temporada más vino y se fue. Este año fue emocionante, tuvimos la presencia de equipos muy buenos, de los cuatro finalistas, tres presentaban escuadras muy poderosas. El comercial de bebida energizante (sic) resume en imágenes lo dicho aquí.
Ronda de comodín: triunfos inesperados
Revisemos lo que fueron estos playoffs, y sus juegos, algunos muy atractivos y memorables. Los juegos de comodines fueron algo sorpresivos, ninguno de los equipos que más se esperaban trascendieron. Los Jets le repitieron la dosis a los bengalíes ganándoles (24-14) por segunda vez consecutiva, al igual que lo hizo Dallas con Filadelfia (34-14). Ambos perdedores, como locales a los que se les esperaba ver en instancias posteriores. Desde ese momento los Jets de Mark Sánchez se comenzaban a perfilar como caballito negro, y yo sin duda los seguí de cerca, fueron el sentimental de los playoffs sin duda. La misma decepción de local la vivió Nueva Inglaterra, que fue frenada en seco (33-14) por la poderosa ofensiva de Baltimore y su magnífico Ray Lewis. Finalmente, el último local en perder fue Green Bay, en un emocionante juego que se fue a tiempo extra (51-45) donde las ofensivas definitivamente brillaron.
Divisionales: tres golliaths y un david
Para ninguno de los comodines fue fácil alcanzar estas instancias, y sin duda el cansancio, las lesiones y el viajar como visitantes mermó a estos equipos. Dallas fue apabullado (34-3) por los Vikingos en un duelo que dio de mucho que hablar, ya que puso en el mapa a Minnesota como los serios contendientes que eran para el Super Tazón. Lo mismo sucedió con los Cuervos quienes parecen ser clientes frecuentes de los Potros, ya que los han vencido en seis de las últimas siete veces que se habían enfrentado. La poderosa defensiva de Baltimore no tiene nada que hacer ante un QB que puede cambiar tan bien las jugadas en el instante como Payton Manning y se entregaron a ellos en un vergonzoso marcador de 20-3. Una defensiva que sí funcionó fue la de Nueva Orleans, que se cansó de llegarle a Kurt Warner en el duelo contra Arizona, esta estrategia de presión les funcionó muy bien (45-14) y sería una clave para alcanzar el campeonato de la nacional y como estrategia psicológica para el Super Tazón. La única sorpresa de los divisionales la dieron los Jets que contra todo pronóstico doblaron a domicilio a unos Cargadores (17-14) que se veían ya como favoritos, junto con la final de la nacional este fue mi juego favorito de los play-offs.
Finales de conferencia: la sangre en el campo
Se dice por ahí que muchas veces las finales de conferencia son juegos más peleados que el Super Tazón, yo he llegado a comprobar esto muchas veces, y para quien no lo crea le hubiese bastado ver el Nueva Orleans contra Minnesota, un juego totalmente despiadado en el que hasta última instancia no se hubiera podido saber el ganador. Yo estaba convencido que el campeón de todo el torneo iba a salir de este juego. Los Vikingos comenzaron muy bien, pero costosos errores inclinaron la balanza psicológica hacia Nueva Orleans, el éxito provino del buen control que tuvo la defensiva de los santos, que fue la que finalmente provoco dichos errores, hasta culminar en la intercepción de Bret Favre que llevó el juego hasta tiempo extra donde los santos no perdonaron. Fue una lastima para Minnesota, un equipo plagado de talentos que no pudo finiquitar, pero perdió ante un equipo que también ha pasado por muchas penurias y que traía el espíritu más sólido entre todos los equipos. Los santos ganaron con una patada de 40 yds de Garrett Hartley, para dejar el partido 31-28.
El otro encuentro fue poco reñido; particularmente en la segunda mitad, ya que los Jets solamente pudieron estar en el juego hasta el medio tiempo. Los novatos: Mark Sánchez QB, Shonn Greene RB, y el coach Rex Ryan no tuvieron los nervios de acero de un veterano de once años como lo es Payton Manning, quien pudo rescatar el partido a su ya conocido estilo de acribillar ofensivamente con sus combinaciones de series bien balanceadas entre aire y tierra. Así la experiencia terminó por imponerse 30-17.
Super Bowl XLIV: We won't get fooled again!
Los Play-offs bien hubieran podido no haber existido (ni mi reseña) porque al final llegaron los mejores equipos de cada conferencia. Todo pintaba para una batalla ofensiva, como pocas veces se pueden ver en un SB; usualmente los campeonatos son ganados por equipos defensivos, o bien balanceados. Sin embargo, la historia cedería un poco a esta regla, ya que estos equipos supuestamente ofensivos, traían armas bajo lo mesa.
La primera mitad fue controlada por los Potros, algo lógico debido al nerviosismo que suele poner el escenario y donde los equipos novatos suelen sufrir. Sin muchas dificultades, Indianápolis se fue arriba 10-6, aunque la diferencia pudo haber sido mayor, ya que los últimos 3 puntos de los Santos fueron permitidos en los últimos segundos de la mitad. Mientras en el campo se escuchaba la guitarra de Pete Townshend y la rasposa voz de Roger Daltrey, el coach Sean Payton hizo un verdadero cambio anímico en el equipo, reviviéndolos con una recuperación de balón en patada corta inédita hasta entonces en Súper Tazones. Cuando comenzó él último cuarto, los Santos estaban a un punto de alcanzar a los Potros. En ese periodo los Potros fallaron un gol de campo vía Matt Stover, dejando un terreno fácil para que los Santos anotaran con el ala cerrada y viejo amigo mío Jeremy Shockey. La intercepción de Tracy Porter (el mismo que le interceptó a Favre) fue el clavo en el ataúd de los potros.
09-10 Season: the Saints are comming...
Los santos ganaron el campeonato con inteligencia, su ofensiva continuo jugando a buen nivel, pero su defensiva sorprendió al detener a tres grandes QBs en sus juegos, los tres para salón de la fama: Kurt Warner, Bret Favre y Peyton Manning. Sin embargo, mientras en los dos primeros juegos presionaron continuamente a los mariscales, en el Súper Tazón esperaron, lo cual desbalanceo a los Potros. Después de todo los santos sabían que llegarle a Manning es una labor imposible y se dedicaron a contener sus pases y avances largos. Fue tan exitosa la estrategia que redituó en la intercepción de la última anotación.
Temporada interesante, los dos equipos que se mantuvieron invictos hasta casi el final, llegaron a la gran fiesta y con merecida razón, mi aplauso va para los Santos merecidos campeones y espero ver más de unos buenos Jets el próximo año, yo creo que Favre no se retira y juega otro añito y por supuesto de mis queridos gigantes.
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