Posted by Sebastiana | Posted in ★★★★Al extremo, Golosinas | Posted on sábado, febrero 20, 2010
La aleatoria y loca aparición (o desaparición) de las Pop-Tarts de Kellogg's en los súpers es otros de esos grandes misterios de la vida moderna. Si todo mundo las ama, ¿por qué dejan de venderlas? ¿Por qué nos condenan a la abstinencia de esa especie de galleta rellena de cosas maravillosas y tan hermosas que guardan en su interior? Pero no sólo eso, ¡NO! , también están cubiertas de un glaseado elegante, que equilibra la neutralidad de la parte galletosa y que, al tostarlas, libera todas sus propiedades (mágicas, obviamente).
Es una tragedia que la disponibilidad sea caprichosa y que desaparezcan sin mayor aviso, ya que nos avientan a las garras de la competencia y como buenos consumidores sólo podemos abandonarnos a la nostalgia y sí, probar las copias. En uno de esos arranques decidí probar la versión de Great Value, la marca libre de Walmart, Superama, etc., que por lo general tiene buenas cosas (¡qué viva el imperialismo yankee!). No me arrepiento, ¿me escuchan? ¡No hay forma de arrepentirse! La conquista fue total. Las toaster pastries de chocolate son simplemente perfectas, ni siquiera necesitan calentarse.
En primer lugar, la consistencia de la galleta es adecuada, suficientemente suave para que al morderla pueda combinarse tanto con el relleno como con la cubierta, ambos de chocolate. En segundo, el corazón es puro fudge... ¿necesito decir más?
La verdad es que me sorprendieron, no esperaba ni esa consistencia ni el sabor. El chocolate es un asunto serio y no a todos les sale bien, pero puedo decirles que en lo que aquí se refiere no hay que tener miedo. No se dejen llevar por el prejuicio de la marca, no se angustien, no perderán su dinero en una imitación chafa, invertirán en su felicidad.
Es una tragedia que la disponibilidad sea caprichosa y que desaparezcan sin mayor aviso, ya que nos avientan a las garras de la competencia y como buenos consumidores sólo podemos abandonarnos a la nostalgia y sí, probar las copias. En uno de esos arranques decidí probar la versión de Great Value, la marca libre de Walmart, Superama, etc., que por lo general tiene buenas cosas (¡qué viva el imperialismo yankee!). No me arrepiento, ¿me escuchan? ¡No hay forma de arrepentirse! La conquista fue total. Las toaster pastries de chocolate son simplemente perfectas, ni siquiera necesitan calentarse.
En primer lugar, la consistencia de la galleta es adecuada, suficientemente suave para que al morderla pueda combinarse tanto con el relleno como con la cubierta, ambos de chocolate. En segundo, el corazón es puro fudge... ¿necesito decir más?
La verdad es que me sorprendieron, no esperaba ni esa consistencia ni el sabor. El chocolate es un asunto serio y no a todos les sale bien, pero puedo decirles que en lo que aquí se refiere no hay que tener miedo. No se dejen llevar por el prejuicio de la marca, no se angustien, no perderán su dinero en una imitación chafa, invertirán en su felicidad.
Me parece estupendo este descubrimiento pero debo de confesar que casi me infarto al leer "¡qué viva el imperialismo yankee!"... va más alla de mis fuerzas.
Atte: Esmeralda
Un poco de ironía, es todo.